En las páginas compartidas por el Vaticano, el sumo pontífice aseguró: "No me canso de repetir que la deuda externa se ha convertido en un instrumento de control, a través del cual algunos gobiernos e instituciones financieras privadas de los países más ricos no tienen escrúpulos de explotar de manera indiscriminada los recursos humanos y naturales de los países más pobres, a fin de satisfacer las exigencias de los propios mercados".
"El sistema internacional, si no se alimenta de lógicas de solidaridad y de interdependencia, genera injusticias, exacerbadas por la corrupción, que atrapan a los países más pobres", añadió Francisco en el escrito titulado "Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz".
Los datos revelados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) los diez países más endeudados se encuentran en África, América del Sur, Europa y Asia, siendo la Argentina la que ocupa el primer lugar con una deuda de 32 mil millones de dólares.
Relacionado con las crecientes tensiones internacionales y el dinero que cada país designa para comprar armamento militar, el Papa explicó: "Utilicemos al menos un porcentaje fijo del dinero empleado en los armamentos para la constitución de un Fondo mundial que elimine definitivamente el hambre y facilite en los países más pobres actividades educativas también dirigidas a promover el desarrollo sostenible, contrastando el cambio climático".