En una de los reuniones que se dieron en la sesión del jueves pasado, la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, intentó colar la discusión sobre la dieta -en medio del debate sobre el futuro de Kueider-, pero no tuvo éxito.
Villarruel aspira a que los presidentes de cada bloque firmen una nota, casi idéntica la que elevaron en agosto, prorrogando la resolución 27/24. De esta manera, la vice evitaría ser la encargada de darle la mala noticia al cuerpo que preside, con el que termina el año no de la mejor manera por los despidos de octubre y la mala estrategia elegida en el caso Kueider.
"Solicité que se tratara el congelamiento de las dietas de los senadores, porque a partir del primero de enero se comienzan a actualizar automáticamente. Cuestión que espero que los senadores traten", lanzó la vice en declaraciones a la prensa minutos después de la sesión del jueves pasado.
En esa línea, en un mensaje que tiene como destinatario a la Casa Rosada, resaltó: "Yo no soy senadora, solo facilito las condiciones para el tratamiento de este tema. No soy la que toma las decisiones. Por lo cual, entendiendo el sentido del esfuerzo está haciendo la población, creo que debemos estar a la altura y por eso deben estar congeladas las dietas de los senadores".