“Nosotras llegamos al club Náutico de Avellaneda al mediodía para entrenar, después fuimos a almorzar y cuando fuimos al vestuario, una de las chicas vio una mano asomarse. Había música, así que pidieron bajarla y nos comentó que vio esa mano”, relató sobre lo sucedido Rocío Cejas, capitana de El Talar.
En diálogo con La Mañana por C5N, la jugadora aseguró que las primeras deportistas que terminaron de cambiarse salieron rápido hacia el pasillo para lograr encontrar a alguien, pero “ya no había nadie”. “Como vimos que había cámaras, después de comunicar lo que pasó a nuestro cuerpo técnico y dirigentes, solicitamos que piden ver estas cámaras y ver qué se podía rescatar de eso”, detalló.
Las autoridades de El Talar realizaron la denuncia correspondiente ante la Justicia: “La verdad es que nuestro cuerpo técnico y dirigentes estuvieron al 100% a nuestra disposición y nunca pusieron en duda nuestra palabra ni cómo nos sentíamos, ellos enseguida contactaron al club Náutico para accionar y buscar las cámaras”.
En ese sentido, Cejas explicó que la decisión de no salir a jugar el partido fue las jugadoras y siempre se sintieron acompañadas por su cuerpo técnico. “Nosotras fuimos a jugar un partido de básquet porque es nuestra profesión, que es lo que amamos, y nos fuimos totalmente vacías. Nos sentimos con mucha tristeza y angustia”, aseguró.