“Con las armas no letales, como las Taser, no sólo podemos detener delincuentes y agresores sino también salvar vidas. Siempre que se usó una Taser en la Ciudad, se logró preservar una vida en una situación crítica”, agregó el ministro de Seguridad, Waldo Wolff.
Además de las Taser, los policías de la Ciudad cuentan con 500 pistolas Byrna. Al igual que las Taser, las Byrna son pistolas de baja letalidad pero se utilizan en lugares más amplios y permiten desactivar una amenaza a 20 metros de distancia. Estas pistolas pueden lanzar proyectiles sólidos o químicos como balines, que al impactar se fragmentan y liberan una sustancia similar al gas pimienta.