Las comunidades indígenas que habitan la zona se solidarizaron con la familia del joven ante un hecho que pone de nuevo en cuestión el control de fronteras por parte de la Gendarmería y la tradición cultural de los pueblos de frontera, con el uso de hojas de coca para el mascado y en ceremonias religiosas.
Torres vivía en el paraje Campo Grande, era de la comunidad Kolla de San Juan de Quillakes, en el departamento Susques, en la Puna. Su tía, Aurora Choque, dijo medios jujeños que el joven había ido a la ciudad a comprar hojas de coca, de consumo habitual en su comunidad.
Según las crónicas periodísticas, en horas de mañana el joven iba en su moto. Gendarmes que lo vieron "sospecharon de la posible comisión de un delito", y dispararon contra el rodado, impactando cinco veces en él. Uno de los disparos dio en el cuerpo del joven, que falleció en el acto.
La muerte de Torres es investigada como "homicidio calificado", con la intervención del fiscal Alberto Mendivil, del Ministerio Público de la Acusación de La Quiaca. Por el hecho, ya se encuentran detenidos cuatro gendarmes.
Segundo caso
El hecho recuerda lo ocurrido con el bagayero Fernando Martín Gómez en Orán, asesinado el pasado 20 de diciembre en el marco de un operativo de control en del llamado "Plan Güemes" lanzado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Los uniformados reprimieron en esa ocasión a quienes se dedican a cruzar la frontera todos los días con mercadería comprada en Bolivia, en especial hojas de coca para el mascado, actividad permitida en nuestro país.
Ante el conocimiento de la muerte del joven, la titular del ministerio, Patricia Bullrich, intentó justificar el accionar de la Gendarmería, señalando en redes sociales que de esa forma se estaba "blindando la frontera a los narcos".