El asunto allí es que aparece la pulseada entre el Fondo y el Gobierno por el tipo de cambio: el organismo cree que el tipo de cambio está atrasado y no quiere que Milei y Caputo se gasten la plata del préstamo para parar la cotización y evitar un inflacionazo, la única parte del relato libertario que se sostiene firme.
Hace unas horas, lo puso en palabras un economista que acompañó a Milei con su voto pero que es crítico de la estrategia de congelar el precio. Christian Butteler explicó en su cuenta de X que "el día que se eliminen las restricciones cambiarias, seguramente el dólar suba. Eso impactará en los precios acelerando nuevamente la inflación. Pero eso no pasará por sacar el cepo, sino por haber atrasado el tipo de cambio durante estos meses". Además, Butteler agregó que "si cada vez que se pide tipo de cambio libre responden que no van a devaluar, implícitamente están reconociendo que atrasaron artificialmente el tipo de cambio".
Si bien es cierto que los gobiernos anteriores también usaron dólares de la caja para tratar de calmar corridas cambiarias, la práctica de Caputo obliga al Gobierno libertario -que además está en un ajuste inédito- a rematar dólares en exceso con el objetivo de llegar bien a las elecciones. Es lo que el Fondo dice y la discusión central, casi una trampa: si el gobierno quiere más dólares, tiene que devaluar, si lo hace, pierde la meta inflacionaria en año electora. Hasta ese punto llegó el Gobierno en solitario, por las propias, y hoy se le complica la escena.