El desenlace de la sesión no solo expuso la fractura entre los libertarios, sino que también reforzó las dudas sobre la capacidad de Menem para conducir la Cámara. El radical Fernando Carbajal denunció: “Diputados del Gobierno atacaron con violencia a los diputados del MID para dejar sin quórum la sesión. Situación de violencia nunca vista en el recinto. En vez de imponer orden Menem levantó la sesión y salió huyendo. Una maniobra autoritaria”.
Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda, también cargó contra el riojano: “Mientras en la calle reprimen brutalmente, tuvimos que ver como adentro del Congreso diputados de LLA violentaron a 3 diputados que estaban dando quórum. El presidente de la cámara levantó la sesión cuando había quórum para votar emplazamiento por moratoria jubilatoria, eliminación de las facultades delegadas, y la ratificación de las autoridades de la comisión de juicio político”.
Desde temprano, los aliados del gobierno acusaron a la oposición de “destituyente” por impulsar la creación de una comisión investigadora y la interpelación de funcionarios. La diputada Silvina Giudici, del PRO, trató a los opositores de “lobos con piel de cordero, mostrando su verdadera intención: frenar el cambio e intentar por todas las vías que este gobierno se vaya”.
El escándalo parlamentario dejó al descubierto el nivel de tensión que atraviesa La Libertad Avanza, donde el nerviosismo se intensifica por el avance de las investigaciones por el criptogate. La preocupación por las posibles consecuencias del escándalo financiero ya hizo que el gobierno pisara en falso en el Congreso el pasado 1 de marzo, cuando el asesor presidencial, Santiago Caputo, increpó al legislador Facundo Manes.