Sebastián hizo uso de la palabra. Se refirió al "estrés" que vivió durante su detención y los traslados: "Me meten en una camioneta y le preguntaba a alguien que me diga qué pasaba, adónde íbamos y me llevan a Posadas". Detalló un trato inhumano de los agentes de seguridad.
"Perdí el trabajo, trabajaba en la pizzería con mi viejo. Perdí amigos. Pensar en tener una familia me parece una locura. '¿Cuándo vas a tener hijos?' me dice mi mamá. Vivo con mis viejos a los 47 años, no es nada lindo. Y ahora tengo problemas con la ley", relató sobre las consecuencias de sus adicciones.
En sus últimas palabras apuntó a la profesional que hizo la evaluación psicológica: "A la señora psicóloga, perito, que tenga más cuidado porque nos tuvo dos larguísimos días atacándonos con preguntas". Germán se negó a declarar.